"Oooooola.
Mientras escribo ésto estoy viendo el Montseny. Veo sobre todo la parte del Sui, lo de detrás me lo tapan las nubes. Se ve muy nevado.
Y claro, estoy pensando en ciclismo.
¿Habéis visto las noticias enTV3?
En el Turó de l'Home hay de metro y medio de nieve.
Sería una locura subir en bici. Frío intenso, peligro de caídas...
Una locura.
Estooo... ¿qué hacéis mañana, hacia las 9?
Podríamos salir de Sta. Maria de Palautordera, o de St. Celoni.
¿Créeis que almenos se podrá llegar a Sta. Fe, por carretera?
¿Os imagináis poder llegar al Turó? jeje. Lo mismo han abierto paso las máquinas.
Si, si, estoy pirao, pero con un poco de suerte haríamos unas fotos acojonantes.
Iríamos abrigaos, claro.
Yo hasta me pondría los guantes de invierno.
Va, venga, que no es una idea tan descabellada.
¿Qué coño le váis a contar a los nietos, si no?
Miraré el correo esta tarde-noche.
Adeuuu"
Con este correo de nuestro Presidente Tico en la bandeja de entrada, me desperté de la reparadora siestecilla del sábado y sabido es que no puedo resistirme a estos retos, así que tras un correo de respuesta afirmativo y una llamada telefónica de Tico concretado los detalles, me levanté el domingo tempranito para dar una "vueltecita" por el Montseny.
A las 9:02 llego a casa de Tico y ya me estaba esperando con la bici cargada en el coche. La mañana está fresquita pero luce un sol espléndido, sobre todo comparado con el abominable tiempo de los días anteriores con temperaturas bajo cero, nieve y lluvia a porrillo.
Tras saludarnos salimos en dirección a Sant Celoni y ya en la carretera el espectáculo del Turó del Home totalmente nevado era impresionante. Parecía que nos estaba esperando.
Una vez llegamos a Sant Celoni, enfilamos la carretera hacia Santa Fé y al inicio dejamos los coches.
Pertrechados con los Camelbak llenos de ropa y comida empezamos la ascensión por carretera.
La subida no es excesivamente dura, pero sí que es excesivamente larga, así que me pongo en modo "subo a mi rollo" mientras que Tico va guiándome y abriendo camino.
Al inicio del puerto el cartel anuncia que está abierto para los coches pero con cadenas.
Poco a poco vamos ganando altura y así el paisaje aparece a nuestros pies con neblina. Aprovechando el sol como para quitarse de encima toda el agua caida en los días anteriores.
El tráfico de coches es todavía escaso y vienen por oleadas precedidos por los conductores más tranquilos en una carretera muy estrecha donde no pueden adelantar.
Charlando, Tico me explica que su récord en subir el puerto está en 1:06 con la bici de carretera. ¡¡Estratosférico!!, pero conociéndolo no me sorprende lo más mínimo.
Cuando estamos llegando arriba el tráfico rodado se está poniendo imposible y durante el último tramo lo paso mal pues la carretera es muy estrecha y los coches no me pueden adelantar porque otros coches que había subido ya bajan. Pienso que arriba debe de estar hasta los topes y luego compruebo que estoy en lo cierto, pues justo antes de llegar al desvío hacia el Turó de l'Home, hay un caravanón de coches y empiezo a adelantarlos con aquella sonrisilla de "chincha rabia,¿ahora quien pasa?"
A más de 1000 metros de altitud la cantidad de nieve acumulada ya es considerable y con cada pedalada hacia arriba la cantidad aumenta dejando un paisaje maravilloso.
Tico me está esperando en el desvío hacia el Turó y allí el follón de coches es enorme. La gente con un morro que se lo pisa ha dejado los coches en medio de la carretera ocupando totalmente el carril de subida y colapsando el acceso del resto de coches que están haciendo cola. El espectáculo es demencial y recuerdo la famosa frase de la folclórica "¿Es que aquí no hay una polisía?" Pues se ve que no...
Giramos a la izquierda y allí ya hay medio metro de nieve y a pesar de intentar seguir pedaleando nos resulta imposible.
Un poco de nieve helada
Decidimos seguir adelante para alejarnos de la gente que está justo en la entrada y así ver si el camino está practicable, pero en lo que debería ser una carretera asfaltada, sólo hay unas rodadas de un 4x4 que se han helado y que es por donde intentamos pedalear. La diferencia de altura entre las roderas y la nieve es tanta que los pedales chocan contra la nieve impidiendo el pedaleo, así que empujando las bicis seguimos por la carretera nevada hasta que nos paramos a comer un poco.
Hay tanta nieve que las bicis se aguntan solas y unos caminantes nos hacen una foto para la posteridad.
Tico con cubrebotas del color apropiado para pasar desapercibido en la nieve.
Como parece que el terreno no mejora, Tico me deja la bici y se pega una carrerita para ver si más adelante el camino está practicable pero al rato vuelve comentando que está igual, así que decidimos deshacer lo andado y llegar hasta Santa Fé.
Cuando llegamos a la carretera, que sigue embotellada de coches, encontramos a dos ciclistas que intentan hacer el mismo camino que acabamos de deshacer. Hasta aquí nada raro si no fuera porque uno de ellos llevaba una bonita bici de carretera. A pesar de explicarles cómo estaba el camino deciden seguir adelante. Imagino que no llegarían demasiado lejos...
Seguimos subiendo hasta Santa Fé y nos desviamos hacia una fuente donde Tico hace una exhibición de las suya subiendo un repecho nevado como si nada.
Después de la visita a la fuente y viendo que la hora empezaba a echarse encima, nos abrigamos y empezamos a bajar hacia donde teníamos aparcados los coches.
Para nuestra sorpresa no había únicamente caravana para subir, sino que dada la estrechez de la carretera y que la gente había dejado los coches donde le había parecido bien - ¿Es que aquí no hay una polisía?- pues también pillamos caravana para bajar.
Sorteando los coches parados conseguimos ir avanzando, recibiendo incluso alguna proposición para cambiar la bici por un coche que estaba en la caravana de subida. Sin aceptar el cambio seguimos bajando a un ritmo mucho más rápido que los coches. Con el Presi no se descansa ni en las bajadas y tenía que hacer verdaderos esfuerzos para no perderle la rueda con los sprints que se pega el tío. Vamos que no lo sigo ni parriba ni pabajo.
Bastante cansadillo pero muy satisfecho con la aventura cargamos las bicis en los coches y para casa, despidiéndonos hasta la próxima, con el ánimo satisfecho y los pies congelados.
El resto de fotos está aquí: http://picasaweb.google.es/rigid.chavalains/Montseny20090111
¿¿¿Y el vídeo???
Pues a ver si tengo un ratito y lo hago... paciencia.
Rigid Chavalains en el Montseny from Rigid Chavalains on Vimeo. Bueno, pues ya lo he acabado. Espero que os guste.
1 comentario:
Halaaaa...no te pases. Leyendo ésto parece que yo sea un superciclista.
¿¿Récord?? ¿¿Estratosférico??. No, Santi, no. Sólo lo he cronometrado una vez. El tiempo fue 1:06:36, un rotundo fracaso. El reto era subir en una hora. Conozco gente que lo ha conseguido.
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