martes, 3 de noviembre de 2009

Sortida de Tardor

Siguiendo estrictamente las órdenes del Sr. Presidente, me pongo manos a la obra para relatar brevemente la salida que realizamos el sábado pasado por el Montseny.

A pesar de que a todos los miembros de los Rigids nos llegó la convocatoria oficial de la "Sortida de Tardor" por correo electrónico, finalmente sólo Tico y yo nos decidimos a realizarla.

El resto de los Rigids, por diferentes circunstancias, no pudieron venir... y ellos se lo perdieron...

A las 8:00 recojo a Tico en su casa, subimos su bici en la baca de mi coche y nos marchamos en dirección a Arbúcies, donde iba a empezar nuestra salida.

La mañana es estupenda, con una temperatura agradable y con el sol que quiere hacerse presente para suavizar la temperatura.

Tras casi una hora de charla y coche, aparcamos en Arbúcies, bajamos las bicis, nos pertrechamos de ciclistas y hala, montaña arriba.

El terreno está húmedo y todavía en el pueblo, ya se ven las hojas del otoño que empiezan a juntarse en el suelo.

Ya desde la primera pedalada, el terreno es en subida y asíN se va a mantener durante un montón de kilómetros más, aunque Tico me promete que en ningún momento el desnivel va a ser fuerte.

Empezamos la ascensión y enseguida nos paramos en una fuente a llenar bidones. Como se puede apreciar en las fotos, el paisaje ya empieza a ser precioso.





En la fuente recogiendo agua

Seguimos subiendo y el suelo empieza a estar plagado de pieles de castañas caidas de las que los jabalís de la zona han dado buena cuenta, a tenor de la gran cantidad de pisadas que han dejado en el suelo. Es lo que tiene ver tanto CSI, que con un par de huellas ya tienes bastante...

Creo que nunca había salido en bici con Tico de una forma tan calmada, pues nos vamos parando a cada poco para hacer fotos y para ver el paisaje. Pronto se nos acaban los adjetivos para describirlo y muchas veces repetimos "chulo" y "way" pues ya no llegamos a más.




Las fotos hablan por sí solas

Justo antes de llegar al restaurante de Coll D'Te, hay un promontorio rocoso y Tico me cuenta que, en lo alto, hay una especie de casa o cabaña y que podríamos intentar subir a verla. Dicho y hecho, al llegar a la altura del restaurante, dejamos la pista ancha y nos adentramos por unos caminos con pinta de bastante abandonados, que entre el bosque se dirigen hacia el promontorio rocoso.

Allí damos más vueltas que un ventilador, pues todos los caminos que probamos acaban en medio de la maleza sin llevarnos arriba. Explorando y mirando las curvas de nivel en el mapa del GPS, encontramos el lugar más cercano a la cima aunque no accesible en bicicleta. Nos hacían falta unas zapatillas algo más cómodas que las botas de ciclista para trepar por las rocas bosque arriba.

Cuando ya decidimos volver a la pista principal, nos damos cuenta que Tico lleva el bolsillo del Camelbak abierto y que la cámara de fotos ya no está allí dentro. Deshacemos los caminos recorridos y finalmente Tico la encuentra.

Regresamos a la pista ancha y seguimos subiendo, charlando tranquilamente incluso cuando un ciclista va y nos adelanta. Lo que en otro momento hubiera abierto la caja de los truenos, no provoca más que el comentario y unas risas.

Casi sin darnos cuenta llegamos a la carretera de Santa Fe. Ya estamos arriba y a partir de ahora empieza la navegación por las pistas desconocidas y que nos deben llegar hasta el coche nuevamente. Por si las moscas nos perdemos, nos paramos a pie de carretera en el restaurante de Santa Fe y nos zampamos un buen desayuno para coger fuerzas.

Empieza la bajada y el paisaje sigue siendo para enmarcar.




Bonitas sequoyas en Santa Fe.

La bajada se hace también por pista ancha y con buen firme, aunque ni tan ancha ni con tan buen firme como la que hemos usado para subir.

La tónica sigue, con paradas constantes para hacer fotos, coger castañas, etc.

En un cruce nos encontramos a dos ciclistas con un mapa abierto intentando decidir por dónde llegar a Santa Fe. Nos paramos y les indicamos el camino. Para despedirnos les recomiendo que se compren un GPS y no les pasarán estas cosas.

En ese momento me debía haber metido la lengua donde ya os estáis imaginando, pues en lugar de mirar a mi bonito GPS, me dejo atraer por la llamada de la pendiente de bajada y no me doy cuenta que hay que coger el desvío que sube.

No contento con eso, empiezo un discurso sobre las ventajas de los GPS, sobre que igual pongo uno de montaña en la PDA, por si las moscas... hasta que un par de kilómetros más abajo me da por mirar la pantallita y veo que estamos "atomarpolculo" del camino que deberíamos llevar.

Por un momento dudamos en dar la vuelta o seguir bajando, pues "seguro que esta pista también lleva a Arbúcies".

En un arrebato de cordura decidimos deshacer el camino recorrido erróneamente y seguir el track original.
Una vez en casa compruebo que, esa pista errónea nos hubiera llevado a Riells del Montseny, un pueblecito bien lejos del coche y con un enlace difícil hasta Arbúcies incluso por carretera. Suerte que, de vez en cuando, tenemos ataques de sensatez...

A partir de allí, la bajada se convierte en subida, con los repechos más duros de la salida y una vez finalizada, volvemos a bajar.

Aquí se produce una de las anécdotas de la salida, pues en una curva aparece así, sin avisar una piscina, sin valla ni nada. Risas y una foto para rememorar la anécdota.




¡¡Esto es vida!!


Otro ligero fallo de navegación ya casi llegando a Arbúcies y por fin llegamos al coche, con las retinas llenas de Tardor. Cargamos las bicis, dejo a Tico en su casa y nos despedimos hasta la próxima aventura que esperemos no tarde demasiado.

EL VÍDEO DE LA SALIDA

Os recomiendo que el vídeo lo veáis aquí pues embebido no se aprecia del todo correctamente. Ya estoy mirando de migrar el blog a otro sitio...