lunes, 26 de enero de 2009

Del Vallès al Maresme y vuelta patrás.

Después del temporal de viento del sábado, nosotros que no nos asustamos "asín como asín", quedamos el domingo para dar un paseito y poder comprobar cómo estaba la montaña de rota. A las 9:00 nos presentamos en casa del Sr. Presidente Óscar y un servidor y tras los saludos de rigor, nos dirigimos en dirección a Vilanova del Vallès. La mañana estaba fresquita a pesar del sol radiante que lucía y el viento, aunque no era ni mucho menos comparable al del sábado, se hacía molesto a ratos. Por caminos rurales pasamos por el campo de antenas del Radio Club EA3FP. Para los profanos en el tema, os explicaré que esto es un grupo de radioaficionados que tienen una pequeña finca donde exhiben un campo de antenas bastante espectacular y que es plenamente visible desde la autopista AP-7. La próxima vez que paséis por allí fijaos... También pasamos junto a la cárcel de Quatre Camins, que al ser domingo, día de visita, tenía una gran afluencia de coches para visitar a los "inquilinos". Como parecía que el día iba de visitas turísticas, también pasamos por las obras del AVE que ha de unir Barcelona con Francia y que por esos lares pasará sobre una estructura elevada. Así llegamos hasta Vilanova del Vallès y nos dirigimos hasta Vallromanes, donde hacemos un referéndum sobre la marcha, para decidir la ruta que nos debía llevar hasta la carretera de la cornisa: "Carretera hasta la Font de Cera" o "Pista por Vallromanes". En vista de que las abstenciones eran mayoritarias, el único voto de Óscar decidió que por la carretera que la pendiente era menos acusada. Tengo que reconocer que hasta ese momento, los dos figuras me llevaban con la lengua fuera a un ritmo que estaba a punto de hacerme "petar" y que me estaba haciendo sufrir para poder seguirle la rueda a Óscar, hasta que en un repecho de la carretera, por fín, aflojó el ritmo. En cuatro días no habrá quien lo pille si sigue evolucionando así. Espérate que le ponga los pedales automáticos... En un momento llegamos hasta la cima del puerto y el solecito del Maresme nos recibió con su más cálida bienvenida. ¡Qué calorcito más rico!. A partir de allí, terreno conocido para mí, cogimos la carretera de la Cornisa subiendo en dirección a Sant Mateu. Se podían apreciar bastantes destrozos en los árboles por el viento huracanado del día anterior. Árboles enormes tumbados o directamente partidos por la fuerza del viento. Un espectáculo realmente impresionante sobre las fuerzas de la naturaleza y que nos dan una cura de humildad al todopoderoso ser humano. Al llegar al mirador del Maresme, el viento frío que corría, nos obligó a hacernos una foto rápida y a seguir subiendo hasta Sant Mateu, pasando por el desvío sin detenernos y siguiendo hacia la Roca d'en Toni, desde donde se veía el Castell de Burriach espectacular en su cima. Un día de estos iremos a visitarlo.

En el mirador del Maresme

Seguimos hacia Sèllecs y allí el destrozo en los árboles era todavía mayor. Vamos que el bosque estaba "to roto". Tras pasar por Sant Bertomeu de Cabanyes, cruzamos la carretera y continuamos hacia Parpers, primero por trialera inciclable y después por pista. Nuevo cruce de carretera y ya nos desviamos por senderos y caminos de la Prehistórica en dirección a La Roca del Vallès y con el objetivo de pasar por el famoso "sotobosque" donde nos hacemos esta foto dedicada al hoy ausente Fonzo.
Va por tí Fonzo
Unos cuantos árboles cruzados en el camino que tenemos que sortear como podemos nos retrasan más de los previsto y deslucen un poco una bajada que es para tirar cohetes.
Óscar bajando con su propio estilo.
Se acaba la pista y llegamos hasta la carretera que lleva a La Roca, donde el viento otra vez nos espera, aunque antes tenemos que cruzar algún que otro charquito.
Como Tico y Óscar saben andar en bici de carretera, enseguida se agrupan para taparse del aire y yo intento hacer lo propio añadiéndome al final, aunque con más voluntad que acierto. En el último repecho antes del semáforo de La Roca, Óscar que viene ya justito de fuerzas, se queda y yo intento seguir a Tico, quedándose en eso... un intento. Como la hora se nos echa encima, decidimos coger carretera hasta casa de Tico y allí nos enfrentamos al tráfico voraz, convirtiendo este pequeño tramo en el más estresante de toda la salida. Suerte que pronto se acaba y ya por pista llegamos hasta el barrio del Sr. Presidente y ya en su casa, manguerazo a las bicis antes de subirlas al coche y Tico nos invita al aperitivo que había servido de motivación para que Óscar viniera hoy con nosotros. La verdad es que una cervecita después del esfuerzo sienta de maravilla. Charlando, charlando, se pasa el tiempo volando -mira que verso más "potito"- así que recojo los bártulos y nos despedimos hasta la próxima, habiendo disfrutado de una bonita salida en bici.

lunes, 19 de enero de 2009

Collserola 18 de enero de 2009

Fin de semana de bajón deportivo, pues el Sr. Presidente estaba enfermito, Óscar desaparecido -Óscar si lees esto da señales de vida, que ya me estoy preocupando- y Julio estudiando.
Así que sólo Fonzo y un servidor (Santi) nos arrejuntamos el domingo para dar una vueltecita por Collserola.Salimos desde el punto de salida habitual y nos dirigimos hacia Can Catà. La mañana no estaba demasiado fría y el suelo no tenía demasiado barro después de unos cuantos días sin lluvias. Yo traía la propuesta de hacer un recorrido algo diferente al habitual pues, lo confieso, me agobia bastante siempre pasar por los mismos sitios.Como Fonzo es buena persona, antes de llegar a Can Catà nos desviamos hacia Can Coll y desde allí, cruzando la carretera, nos dirigimos hacia un sendero precioso que nos iba a acercar hasta el Pi d'en Xandri, por una zona que hacía demasiado tiempo que no transitábamos. Allí nos encontramos al Maestro Yoda, que es el caballero Jedi con la mayor concentración de Midiclorianos en sangre de toda la Galaxia y por un momento nos paramos para saludarlo. Después de disfrutar de ese sendero tan chulo, ya por pista nos dirigimos hacia Can Borrell y desde allí en dirección a Sant Medir, pero antes de llegar nos adelanta un grupo de ciclistas que 
iban a toda castaña y el último de ellos se gira y nos saluda. Tengo que confesar que me costó reconocerlo, pero era Juan Carlos, un compi del trabajo que es un maquinón.
Apretamos el culo y les seguimos un rato por una pista que no conocíamos y Juan Carlos decide acompañarnos un rato hasta la Font Groga, subiendo por el antiguo Jardín Botánico que estaba bastante embarrado haciendo la subida más técnica todavía.
Los tres fieras llegando a la Font Groga
Tras varios resbalones y poniendo el pie en dos ocasiones -una de ellas por un árbol caido- llegamos hasta la Font Groga, yo con la lengua fuera y descolgado de los dos maquinones que me las hicieron pasar canutas para intentar seguirlos. En la Font Groga nos despedimos y Fonzo y yo seguimos ya en dirección al punto de salida, pasando por una sucesión de senderos más que interesante y que pienso agregar a nuestras salidas en Collserola siempre que pueda pues la verdad es que son preciosos.
En el puente sobre la carretera de Horta nos hacemos otra foto.
Con la hora apretada -como siempre- llegamos a Cerdanyola donde nos despedimos satisfechos con una salida diferente pero la mar de chula.

lunes, 12 de enero de 2009

Montseny 11 de enero de 2009

"Oooooola.
Mientras escribo ésto estoy viendo el Montseny. Veo sobre todo la parte del Sui, lo de detrás me lo tapan las nubes. Se ve muy nevado. Y claro, estoy pensando en ciclismo. ¿Habéis visto las noticias enTV3? En el Turó de l'Home hay de metro y medio de nieve. Sería una locura subir en bici. Frío intenso, peligro de caídas... Una locura. Estooo... ¿qué hacéis mañana, hacia las 9? Podríamos salir de Sta. Maria de Palautordera, o de St. Celoni. ¿Créeis que almenos se podrá llegar a Sta. Fe, por carretera? ¿Os imagináis poder llegar al Turó? jeje. Lo mismo han abierto paso las máquinas. Si, si, estoy pirao, pero con un poco de suerte haríamos unas fotos acojonantes. Iríamos abrigaos, claro. Yo hasta me pondría los guantes de invierno. Va, venga, que no es una idea tan descabellada. ¿Qué coño le váis a contar a los nietos, si no? Miraré el correo esta tarde-noche. Adeuuu"
Con este correo de nuestro Presidente Tico en la bandeja de entrada, me desperté de la reparadora siestecilla del sábado y sabido es que no puedo resistirme a estos retos, así que tras un correo de respuesta afirmativo y una llamada telefónica de Tico concretado los detalles, me levanté el domingo tempranito para dar una "vueltecita" por el Montseny. A las 9:02 llego a casa de Tico y ya me estaba esperando con la bici cargada en el coche. La mañana está fresquita pero luce un sol espléndido, sobre todo comparado con el abominable tiempo de los días anteriores con temperaturas bajo cero, nieve y lluvia a porrillo. Tras saludarnos salimos en dirección a Sant Celoni y ya en la carretera el espectáculo del Turó del Home totalmente nevado era impresionante. Parecía que nos estaba esperando.
Una vez llegamos a Sant Celoni, enfilamos la carretera hacia Santa Fé y al inicio dejamos los coches. Pertrechados con los Camelbak llenos de ropa y comida empezamos la ascensión por carretera. La subida no es excesivamente dura, pero sí que es excesivamente larga, así que me pongo en modo "subo a mi rollo" mientras que Tico va guiándome y abriendo camino. Al inicio del puerto el cartel anuncia que está abierto para los coches pero con cadenas. Poco a poco vamos ganando altura y así el paisaje aparece a nuestros pies con neblina. Aprovechando el sol como para quitarse de encima toda el agua caida en los días anteriores. El tráfico de coches es todavía escaso y vienen por oleadas precedidos por los conductores más tranquilos en una carretera muy estrecha donde no pueden adelantar. Charlando, Tico me explica que su récord en subir el puerto está en 1:06 con la bici de carretera. ¡¡Estratosférico!!, pero conociéndolo no me sorprende lo más mínimo. Cuando estamos llegando arriba el tráfico rodado se está poniendo imposible y durante el último tramo lo paso mal pues la carretera es muy estrecha y los coches no me pueden adelantar porque otros coches que había subido ya bajan. Pienso que arriba debe de estar hasta los topes y luego compruebo que estoy en lo cierto, pues justo antes de llegar al desvío hacia el Turó de l'Home, hay un caravanón de coches y empiezo a adelantarlos con aquella sonrisilla de "chincha rabia,¿ahora quien pasa?" A más de 1000 metros de altitud la cantidad de nieve acumulada ya es considerable y con cada pedalada hacia arriba la cantidad aumenta dejando un paisaje maravilloso. Tico me está esperando en el desvío hacia el Turó y allí el follón de coches es enorme. La gente con un morro que se lo pisa ha dejado los coches en medio de la carretera ocupando totalmente el carril de subida y colapsando el acceso del resto de coches que están haciendo cola. El espectáculo es demencial y recuerdo la famosa frase de la folclórica "¿Es que aquí no hay una polisía?" Pues se ve que no... Giramos a la izquierda y allí ya hay medio metro de nieve y a pesar de intentar seguir pedaleando nos resulta imposible.
Un poco de nieve helada
Decidimos seguir adelante para alejarnos de la gente que está justo en la entrada y así ver si el camino está practicable, pero en lo que debería ser una carretera asfaltada, sólo hay unas rodadas de un 4x4 que se han helado y que es por donde intentamos pedalear. La diferencia de altura entre las roderas y la nieve es tanta que los pedales chocan contra la nieve impidiendo el pedaleo, así que empujando las bicis seguimos por la carretera nevada hasta que nos paramos a comer un poco. Hay tanta nieve que las bicis se aguntan solas y unos caminantes nos hacen una foto para la posteridad.
Tico con cubrebotas del color apropiado para pasar desapercibido en la nieve.
Como parece que el terreno no mejora, Tico me deja la bici y se pega una carrerita para ver si más adelante el camino está practicable pero al rato vuelve comentando que está igual, así que decidimos deshacer lo andado y llegar hasta Santa Fé. Cuando llegamos a la carretera, que sigue embotellada de coches, encontramos a dos ciclistas que intentan hacer el mismo camino que acabamos de deshacer. Hasta aquí nada raro si no fuera porque uno de ellos llevaba una bonita bici de carretera. A pesar de explicarles cómo estaba el camino deciden seguir adelante. Imagino que no llegarían demasiado lejos... Seguimos subiendo hasta Santa Fé y nos desviamos hacia una fuente donde Tico hace una exhibición de las suya subiendo un repecho nevado como si nada. Después de la visita a la fuente y viendo que la hora empezaba a echarse encima, nos abrigamos y empezamos a bajar hacia donde teníamos aparcados los coches. Para nuestra sorpresa no había únicamente caravana para subir, sino que dada la estrechez de la carretera y que la gente había dejado los coches donde le había parecido bien - ¿Es que aquí no hay una polisía?- pues también pillamos caravana para bajar. Sorteando los coches parados conseguimos ir avanzando, recibiendo incluso alguna proposición para cambiar la bici por un coche que estaba en la caravana de subida. Sin aceptar el cambio seguimos bajando a un ritmo mucho más rápido que los coches. Con el Presi no se descansa ni en las bajadas y tenía que hacer verdaderos esfuerzos para no perderle la rueda con los sprints que se pega el tío. Vamos que no lo sigo ni parriba ni pabajo. Bastante cansadillo pero muy satisfecho con la aventura cargamos las bicis en los coches y para casa, despidiéndonos hasta la próxima, con el ánimo satisfecho y los pies congelados. El resto de fotos está aquí: http://picasaweb.google.es/rigid.chavalains/Montseny20090111 ¿¿¿Y el vídeo??? Pues a ver si tengo un ratito y lo hago... paciencia.
Rigid Chavalains en el Montseny from Rigid Chavalains on Vimeo. Bueno, pues ya lo he acabado. Espero que os guste.

Collserola, 4 de enero de 2009

Primera salida del año de los Rigid Chavalains. Con la intención de empezar a quemar los turrones y comilonas navideñas, nos reunimos en Cerdanyola para hacer la primera salida del año y esta vez teniendo como invitado a Lino, que a ver si se anima y nos acompaña más a menudo. La mañana no empezó muy bien para mi pues además de quedarme un poco frito y levantarme tarde, se me olvidó la cámara de fotos y el bidón para el agua. La falta del bidón se solucionó con uno prestado por Alfon, pero la cámara de fotos se cambió por una foto de móvil y, la verdad, no es lo mismo. Si sigo así me van a destituir del cargo... El tiempecito era fresco y ya en la salida se veía que los caminos iban a estar chorreando después de las lluvias de la semana. Salimos en dirección a Can Catá y charlando llegamos, casi sin darnos cuenta hasta el Forat del Vent, donde a falta de la cámara oficial, perpetro esta foto que queda para posteridad.

¡¡Vaya afoto más fea!!

Continuamos hacia el Matamachos, que sólo Julio no supera sobre la bici. Esta vez vamos a aceptar como excusa que el terreno estaba muy resbaladizo, pero a la próxima ya lo tendrá que subir o que se atenga a las consecuencias. Subimos por carretera hasta el Portell de Valldaura y andando por el arcén va un calamar vestido de ciclista empujando una bici de paseo del Decartón, que todavía huele a los renos de Papá Noel. Evidentemente la ruta que había escogido no era la más idónea y el pobre las estaba pasando canutas. Paramos a dar unos "bombazos" a la rueda trasera de Tico y seguimos hasta la Font Groga, donde decidimos subir al Tibidabo a ver el panorama. La subida por carretera nos pone a cada uno en su sitio: Tico y Alfon tiran como unos bestias y se van cuesta arriba como si fuera cuesta abajo. Yo subo a mi ritmo, hasta que me pasan dos fistros que suben a toda castaña y trato de seguirlos. Como diría mi amigo Dami, me fundo como un misto y duro a rueda de ellos no más de 300 metros, dando muestra una vez más del lamentable estado de forma en el que me hallo. Poco antes de llegar arriba me atrapa Lino, que ya estaba a punto de pillarme justo cuando pegué el arreón que ya he explicado y juntos llegamos hasta el mirador donde un poco después llega Julio. La hora empieza a apretar y nos vamos hacia abajo deshaciendo lo subido por carretera y en la Font Groga nos dirigimos hacia lo que nosotros llamamos la "Pista del Víctor" en honor al amiguete que nos la enseñó en su día. El suelo está resbaladizo y muuuyyy peligroso, así que chino-chano bajamos hasta Sant Medir y de allí Can Borrell y por carretera hacia el punto de salida pues hay el riesgo más que probable de que a "alguno" le caiga una bronca con la hora de llegada. Antes de llegar paramos a despedirnos de Lino hasta una próxima ocasión, esperemos que pronto y sin tomar ni siquiera un cortado nos marchamos cada mochuelo a su olivo. Esperemos que este hecho lamentable de no pararnos ni 10 minutos para comentar la salida y charlar un poco mientras tomamos un cortado, una cerveza, una Mirinda o similiar, no vuelva a producirse en lo sucesivo.