lunes, 15 de diciembre de 2008

Collserola, 14 de diciembre

Sábado 13 de diciembre, 20:30 horas aprox. recibo una llamada telefónica de Alfon, maldiciendo en arameo porque ha empezado a llover y sin pinta de parar en breve. Lo tranquilizo y decidimos mantener la convocatoria del domingo, excepto si diluvia. La previsión de los "hombres del tiempo" anunciaba que era un frente -uno sólo- que pasaría durante la tarde-noche del sábado y nada más, pero viendo como llovía durante el partido del Barça-Madrid, sinceramente, no las tenía todas conmigo. Me voy a dormir casi a la 1:00 y el panorama meteorológico es desolador. Cae agua a manta, pero viendo el radar meteorológico del Meteocat, parece que le queda una hora o dos de lluvia... Domingo 14 de diciembre, 07:30 horas aprox. el panorama ha mejorado algo. Ha dejado de llover aunque el suelo está todavía muy húmedo. En el cielo se ven algunos claros y no tiene pinta de volver a llover. En Collserola va a haber barro p'alicatar pero como no diluvia me voy al punto de salida convenido. Domingo 14 de diciembre, 08:30 horas aprox. llego al aparcamiento del Guiera, me reuno con mi Maestro Alfon y nos ponemos en marcha y empezamos a subir por la pista de Sant Iscle hacia Can Catà. El suelo está muy mojado, pero no hay demasiado barro, así que decidimos que hoy trialeras pocas, que las piedras y las raices deben de estar peligrosillas. Pasamos las cuatro curvas, y seguimos hasta el Forat del Vent, donde hay un grupo de ciclistas mirando el panorama de Barcelona entre nubes y algunos claros que dejan pasar los rayos del sol. Uno de ellos aprovecha el tiempo para echarse un cigarrito... ¡¡¡sin palabras!!!.

Nos hacemos esta foto y seguimos para el Matamachos, dudando un poco de si podríamos subirlo o estaría demasiado embarrado, aunque finalmente está en perfecto estado y exceptuando un par de resbalones en piedras mojadas, llegamos arriba sin novedad. Portell de Valldaura, Font Groga y nos enfilamos por carretera hasta el Tibidabo. Viendo como está la carretera de mojada, la opción de subir por el caminito lleno de piedras, hoy parece imposible. En el mirador del Tibidabo sólo hay una chica extranjera a la que le pedimos que nos haga otra foto y como hace un airazo bastante frío, Alfon se come un trozo de membrillo y nos bajamos hacia la Torre de Collserola pasando por el desvío de la Font de la Budellera. Bajamos un poco más por carretera y suerte que enseguida llegamos al desvío porque el aire de la bajada nos estaba dejando ya pajaritos. Por una pista bien chula que hacía ya un montón de tiempo que no visitábamos, volvemos a dirigirnos hacia el restaurante Can Cortés, la Rabassada y desde allí en bajada prolongada, pasamos por la urbanización Sol y Aire y llegamos hasta Can Borrell reconociendo por el camino la entrada a una trialera que ya hace tiempo que le tenemos ganas, aunque hoy no es el día adecuado. Esta bajada sí que ha sido larga y nos ha dejado como dos cubitos de hielo, por lo que paramos en Can Coll para un café con leche, que nos deja casi como nuevos. Allí no puedo resistirme a hacerle una foto a estas dos bellezas... ¡¡nuestras bicis!! Acabado el café con leche, tomamos dirección al punto de salida y a mitad de camino nos encontramos con una manifestación bastante pacífica. Cerca de Sant Iscle pasamos por todo el barro que hasta ese momento no habiamos visto y que nos deja hechos unos zorros a nosotros y a nuestras bicis. Mal momento para ensuciarse justo antes de subirse en el coche... Finalmente llegamos al aparcamiento del Guiera y nos despedimos, muy satisfechos con la mañana tan agradable de mountain bike que hemos pasado. Próxima parada.... ¡¡El Sui!!

1 comentario:

Albert dijo...

Menos mirar las bicis y más pedalear.
El Presidente.