sábado, 17 de diciembre de 2011

Navidad Rigid

martes, 3 de noviembre de 2009

Sortida de Tardor

Siguiendo estrictamente las órdenes del Sr. Presidente, me pongo manos a la obra para relatar brevemente la salida que realizamos el sábado pasado por el Montseny.

A pesar de que a todos los miembros de los Rigids nos llegó la convocatoria oficial de la "Sortida de Tardor" por correo electrónico, finalmente sólo Tico y yo nos decidimos a realizarla.

El resto de los Rigids, por diferentes circunstancias, no pudieron venir... y ellos se lo perdieron...

A las 8:00 recojo a Tico en su casa, subimos su bici en la baca de mi coche y nos marchamos en dirección a Arbúcies, donde iba a empezar nuestra salida.

La mañana es estupenda, con una temperatura agradable y con el sol que quiere hacerse presente para suavizar la temperatura.

Tras casi una hora de charla y coche, aparcamos en Arbúcies, bajamos las bicis, nos pertrechamos de ciclistas y hala, montaña arriba.

El terreno está húmedo y todavía en el pueblo, ya se ven las hojas del otoño que empiezan a juntarse en el suelo.

Ya desde la primera pedalada, el terreno es en subida y asíN se va a mantener durante un montón de kilómetros más, aunque Tico me promete que en ningún momento el desnivel va a ser fuerte.

Empezamos la ascensión y enseguida nos paramos en una fuente a llenar bidones. Como se puede apreciar en las fotos, el paisaje ya empieza a ser precioso.





En la fuente recogiendo agua

Seguimos subiendo y el suelo empieza a estar plagado de pieles de castañas caidas de las que los jabalís de la zona han dado buena cuenta, a tenor de la gran cantidad de pisadas que han dejado en el suelo. Es lo que tiene ver tanto CSI, que con un par de huellas ya tienes bastante...

Creo que nunca había salido en bici con Tico de una forma tan calmada, pues nos vamos parando a cada poco para hacer fotos y para ver el paisaje. Pronto se nos acaban los adjetivos para describirlo y muchas veces repetimos "chulo" y "way" pues ya no llegamos a más.




Las fotos hablan por sí solas

Justo antes de llegar al restaurante de Coll D'Te, hay un promontorio rocoso y Tico me cuenta que, en lo alto, hay una especie de casa o cabaña y que podríamos intentar subir a verla. Dicho y hecho, al llegar a la altura del restaurante, dejamos la pista ancha y nos adentramos por unos caminos con pinta de bastante abandonados, que entre el bosque se dirigen hacia el promontorio rocoso.

Allí damos más vueltas que un ventilador, pues todos los caminos que probamos acaban en medio de la maleza sin llevarnos arriba. Explorando y mirando las curvas de nivel en el mapa del GPS, encontramos el lugar más cercano a la cima aunque no accesible en bicicleta. Nos hacían falta unas zapatillas algo más cómodas que las botas de ciclista para trepar por las rocas bosque arriba.

Cuando ya decidimos volver a la pista principal, nos damos cuenta que Tico lleva el bolsillo del Camelbak abierto y que la cámara de fotos ya no está allí dentro. Deshacemos los caminos recorridos y finalmente Tico la encuentra.

Regresamos a la pista ancha y seguimos subiendo, charlando tranquilamente incluso cuando un ciclista va y nos adelanta. Lo que en otro momento hubiera abierto la caja de los truenos, no provoca más que el comentario y unas risas.

Casi sin darnos cuenta llegamos a la carretera de Santa Fe. Ya estamos arriba y a partir de ahora empieza la navegación por las pistas desconocidas y que nos deben llegar hasta el coche nuevamente. Por si las moscas nos perdemos, nos paramos a pie de carretera en el restaurante de Santa Fe y nos zampamos un buen desayuno para coger fuerzas.

Empieza la bajada y el paisaje sigue siendo para enmarcar.




Bonitas sequoyas en Santa Fe.

La bajada se hace también por pista ancha y con buen firme, aunque ni tan ancha ni con tan buen firme como la que hemos usado para subir.

La tónica sigue, con paradas constantes para hacer fotos, coger castañas, etc.

En un cruce nos encontramos a dos ciclistas con un mapa abierto intentando decidir por dónde llegar a Santa Fe. Nos paramos y les indicamos el camino. Para despedirnos les recomiendo que se compren un GPS y no les pasarán estas cosas.

En ese momento me debía haber metido la lengua donde ya os estáis imaginando, pues en lugar de mirar a mi bonito GPS, me dejo atraer por la llamada de la pendiente de bajada y no me doy cuenta que hay que coger el desvío que sube.

No contento con eso, empiezo un discurso sobre las ventajas de los GPS, sobre que igual pongo uno de montaña en la PDA, por si las moscas... hasta que un par de kilómetros más abajo me da por mirar la pantallita y veo que estamos "atomarpolculo" del camino que deberíamos llevar.

Por un momento dudamos en dar la vuelta o seguir bajando, pues "seguro que esta pista también lleva a Arbúcies".

En un arrebato de cordura decidimos deshacer el camino recorrido erróneamente y seguir el track original.
Una vez en casa compruebo que, esa pista errónea nos hubiera llevado a Riells del Montseny, un pueblecito bien lejos del coche y con un enlace difícil hasta Arbúcies incluso por carretera. Suerte que, de vez en cuando, tenemos ataques de sensatez...

A partir de allí, la bajada se convierte en subida, con los repechos más duros de la salida y una vez finalizada, volvemos a bajar.

Aquí se produce una de las anécdotas de la salida, pues en una curva aparece así, sin avisar una piscina, sin valla ni nada. Risas y una foto para rememorar la anécdota.




¡¡Esto es vida!!


Otro ligero fallo de navegación ya casi llegando a Arbúcies y por fin llegamos al coche, con las retinas llenas de Tardor. Cargamos las bicis, dejo a Tico en su casa y nos despedimos hasta la próxima aventura que esperemos no tarde demasiado.

EL VÍDEO DE LA SALIDA

Os recomiendo que el vídeo lo veáis aquí pues embebido no se aprecia del todo correctamente. Ya estoy mirando de migrar el blog a otro sitio...

martes, 13 de octubre de 2009

Tordera - Badalona

Es largo de explicar cómo nos hemos decidido a hacer esta ruta, o más bien dicho rutón: que si el horario de trenes, que si amanece demasiado tarde... total, que finalmente nos decidimos y nos tiramos a la aventura.
Para los que no lo sepan, hace como 5 años, un grupo de intrépidos ciclistas intentamos hacer esta ruta, pero lo cierto es que la logística la llevábamos más bien floja. Vamos, que ni un mapa, ni un triste GPS (¿eso qué es lo que es?), aventureros inconscientes, nos perdimos, nos caímos, nos rendimos y abandonamos antes de llegar a la meta, volviendo a casa en tren y con la cabeza más bien gacha.
Aunque hace un par de años me aventuré en solitario a realizar la ruta en sentido contrario (ver relato de aquel día aquí), esta vez he podido contar con la compañía de Damián, que ya había hecho el recorrido en los tiempos remotos (cuando los romanos iban en moto...) y que en los últimos tiempos parece que vuelve por sus fueros bicicleteros, con ganas renovadas. ¡¡Bienvenido de nuevo a casa!!
Es una verdadera lástima que ningún otro miembro de los Rigid quisiera o pudiera acompañarnos, pues la verdad es que salidas de este calibre hacen equipo y no todo en esta vida van a ser "Prehistóricas" o "subir matagays por Collserola"... vamos es mi opinión...
Bueno, creo que es el momento de que vayas a la nevera a buscar algo de comer pues todavía no ha empezado la crónica de la salida y esto se prevee largo.
5:20 AM suena el despertador y con más sueño que un tonto me levanto, me visto de ciclista y desayuno un poco, aunque a esas horas no es que tenga mucha hambre que digamos.
Meto la bolsa de agua en el Camelbak y cojo el bidón fresquito de la nevera. Me despido de la cónyuja hasta la hora de comer y para la estación de Renfe de Badalona, donde había quedado con Damián.
A pesar de ser las 6 de la mañana no hace nada de frío... o quizás son los nervios de la aventura. Lo cierto es que voy con manguitos y chaleco y tengo calor.
Llego superpronto a la estación y allí me encuentro con otro ciclista de montaña con el que comento lo locos que estamos de madrugar a esas horas.
Al ratito llega Damián y viene con la indumentaria veraniega: culotte cortito y mallot sin mangas. Además no trae ni cortavientos ni ninguna otra prenda de abrigo ¡¡¡con un par!!!. Menos mal que trae algo de agua y un bocata para el camino, pues ya veía peligrar los míos, jeje.
Sacamos los billetes y cruzamos hasta el andén donde cogemos el tren a los pocos minutos. La fauna que habitaba el ferrocarril era digna de un reality televisivo tipo Gran Hermano. Lo primero que vemos al subir al vagón es una chica que pasa de un lado a otro gritando "¡¡¡Putaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!. Vamos, para alucinar...
Una hora y cuarto después llegamos a la estación de Tordera. El día está bastante nublado y parece que amenaza lluvia. Enciendo el GPS y empezamos a reseguir un track que he dibujado los días anteriores sobre el mapa y que nos servirá para enlazar con otros dos tracks más adelante.
Circulamos por una carretera muy poco transitada que sube suavemente al principio en dirección a Hortsavinyà y que luego, a tramos, va cogiendo algo más de pendiente. Tengo que decir que esta fue la misma ruta que usamos hace 5 años aunque ahora está mucho mejor pavimentada. Teníamos una ruta alternativa que sube por el centro de Tordera pero esta era la original y por esta subimos.
Poco a poco vamos cogiendo cota y ya se ve Tordera abajo en el valle. La civilización se acaba y empieza el Parc del Montnegre i Corredor, con unos paisajes preciosos y con montones de castañas caidas en el suelo, de las cuales los jabalíes, aprovechando el regalo de la naturaleza, casi no han dejado ni una, sólo las cáscaras.
Llegamos a Hortsavinyà y hacemos una paradita para "ir al lavabo". A la salida me hago la picha-un-lío con el GPS pues es donde tengo que cambiar de track y tengo tres dibujados en la pantalla al mismo tiempo. Un par de vueltas y de nuevo en ruta hacia Can Benet, donde pasamos al lado de su curioso poste indicador. Por cierto, siento la falta de fotos de esta crónica...
Vamos avanzando a muy buen ritmo, conservador pero buen ritmo pues los kilómetros hasta la línea de meta todavía son muchos y el cuerpo nunca se sabe cómo va a reaccionar. Pasamos por lugares que la memoria quiere recordar desde la última vez: Sant Martí de Montnegre (la otra vez tuvimos que saltar una valla para abrir una manguera y coger agua), el cruce hacia Olzinelles (donde la otra vez nos equivocamos de GR y bajamos hasta Sant Celoni y tuvimos que volver a subir 12 kilometrillos de nada), la bajada donde Víctor (sí, el mítico Víctor de "la pista del Víctor") se empiñó bajando... Aisch... ¡¡¡qué recuerdos!!!.
Casi sin darnos cuenta llegamos a Can Mora, una finca donde dejamos la pista ancha y cogemos una trialera para bajar hasta Vallgorguina. En esa bajada gastamos una brida de plástico pues el sensor del cuentakilómetros de Damián está bailarín y no para de dar morcilla moviéndose del sitio y dejando de marcar o chocando contra los radios. Una brida y se acabó el dar la brasa.
Llegamos a Vallgorguina y allí encontramos un bar justo al pie de la carretera donde con un cortadito y una Coca-Cola nos tomamos los bocatas para reponer fuerzas, pues sabemos que lo peor viene a continuación. La subida hasta el Santuario del Corredor nos espera con una larga subida que nos llevará más arriba de los 600 metros de altitud.
La subida se presenta ante nosotros con menos rampas duras pero mucho más larga de lo que la recordaba. Lo cierto es que se hace interminable y parece que no se va a llegar nunca arriba, aunque afortunadamente se acaba llegando.
Una vez arriba, vemos el bar pero ni nos paramos ni nada. Hala, ¡para abajo a todo trapo!. ¿Qué es más fácil subir una bajada o bajar una subida? Pues es más fácil bajar una subida... como todos sabemos. Así que enseguida llegamos hasta la carretera y enfilamos hasta Can Bordoi.
A partir de aquí es un continuo baja-sube: se baja hasta cruzar una carretera y se vuelve a subir para atravesar otra montaña, hasta que hay que volver a bajar para cruzar otra carretera...
Al llegar a la urbanización Sant Carles, pienso en el Presi, pues ya estamos en su territorio y presto atención no vaya a ser que nos lo encontremos. Sin verlo subimos toda la urbanización que, por cierto, no recordaba lo larga que era la jodía...
Llegamos hasta la pista que va a dar a la cantera y que hay que rodear por un sendero con marcas de GR. Allí nos toca patear y con un montón de kilómetros en las piernas, la verdad es que se hace pesadito.
Por fin cruzamos la última carretera y nos adentramos por Séllecs, donde empezamos a encontrar las marcas de la Trinxacadenes que se debía celebrar al día siguiente y a algunos ciclistas resiguiéndolas.
Coll de Porc y la Roca d'en Toni. Esto ya es el "jardín de casa" y vemos que ya casi lo hemos conseguido y que sólo un desastre nos impediría llegar a casa. Nos comemos una barrita y me hago un Isostar que mezclado con la barrita sabe a rayos. Todo sea por el aporte de minerales y por descansar un poco, ya que desde Vallgorguina no nos bajábamos de la bici.
Enfilamos la subida hacia Sant Mateu y, mira por donde, ¡¡allí que baja el Presi!!
Nos paramos un segundito, nos saludamos y enseguida seguimos la marcha bajando por la pista ancha en dirección al desvío de Alella.
Parece que empiezo a estar cansadillo pues aunque el recorrido es más que conocido, en un par de ocasiones la bici toma vida propia y traza por donde le da la gana y no por donde yo querría trazar. Esto es signo evidente de que la concentración ya me empieza a fallar un poco. Damián, que aunque no lo he dicho es extraterrestre, sigue bajando a toda castaña como si nada...
En el desvío hacia Alella empezamos a bajar en dirección al mar y por suerte Damián no coge ninguno de los senderos y bajamos por pista ancha. Seguramente lo hubiera pasado fatal pues, como decía, la bici empezada a rebelarse contra mí.
Tras Alella enfilamos con más ganas que nunca en dirección a Montgat y desde allí, ya por carretera, hasta Badalona, donde nos despedimos más contentos que "niños con PlayStation nueva", pues la aventura ha finalizado según lo previsto, disfrutando de paisajes que no recorremos habitualmente y que bien merecen el madrugón que nos hemos pegado.
Durante la mañana de pedaleo se nos han ido ocurriendo más "maldades" en forma de recorridos, cuyos tracks tengo guardados en un directorio especial de mi ordenador bajo el título "Salidas míticas pendientes". Seguiremos informando...

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Subida al Sui (Montseny) 06/09/2009

A todo aprendiz de JEDI le llega su momento y supongo que este es el mío... Primeramente quisiera agradeceros la paciencia y la dedicación que me habéis ofrecido en todo momento, y especialmente a mis dos grandes maestros, El tete Hans Solo (Mi hermano al que “Solo” lo pillas si llevas una sobredosis de nandrolona...Dónde está??....Dónde está??...Lo has visto??...Yo diría que ha pasado por ahí.....CORRE.......CORRE....) y por supuesto al maestro Obi-Wan Que-no-vi en la subida al sui, Que-no-vi en la salida del lunes....... efectivamente se trata del Chiquitín Fuentes al que debo agradecer enormemente esas rutas a nou pins, Sant Mateo, Sant Pere Martir, Castell de burriach. Sí, sí habéis leído bien.....volvimos!! (Los psicólogos están estudiando una posible relación entre el síndrome de Estocolmo y las MTB- Santi y Yo nos ofrecimos voluntarios-). Resumiendo, gracias a todos por haber contribuido especialmente en mi iniciación en este mundillo.
Me ha sido encomendado el honor de redactar la crónica de la salida, puesto que nuestro gran cronista Santi no pudo asistir al evento. Espero poder estar a su altura.
La crónica que hoy nos pertoca corresponde a la subida al SUI y dice “asín”:
7:45h de la mañana del domingo 06/09/2009 me dirijo por la autopista AP7 hacia el peaje de la roca cuando recibo una llamada del tete Hans Solo indicándome que se encuentra a sólo 8 minutos de mi estela. Con él viene su gran amigo y compañero de batallas Jordi Chewbacca. Un ser de gran tamaño, con noble carácter y corazón, reconocido por toda la galaxia por sus grandes habilidades en el descenso de vértigo “Bajadelahostiaquetecagas”. Decido desconectar la velocidad de la luz y atar la jaca a la verja para esperar a que se me indique el camino, puesto que yo lo desconozco. Entre tanto veo pasar un Suzuki swift azúl con una bici en la parte posterior. “Otro enfermo del MTB…” Pienso para mis adentros. Casualidades del destino ese enfermo resulta ser en Ricart, un amigo del Presi YODA que ha pensado que lo mejor que podía hacer, un domingo por la mañana, era unirse a nosotros (Es lo que tenemos, eso y la simpatía…). Entre tanto, y después de un pequeño atajo llegamos al susodicho parking en el pantano de Vallfornés (Un poco más arriba de la galaxia CANOVAS). Una vez allí, desenfundamos nuestras armas y las preparamos para el combate. Llegados a este punto descubro tristemente que uno de mis mentores, haciendo gala a su nombre no ha vi-nido. Otra vez será Santi :(
Por otra parte, el presi YODA ya había notificado al consejo que se incorporaría a la expedición más tarde, con lo que iniciamos la marcha encontrando primeramente una ligerilla subidita de nada (+o- 20% de desnivel…ufff) para calentar piernas y motor - dormidos a esas horas de la mañana-. Después de subir un poco, seguimos subiendo otro ratito y seguidamente subimos un poquito más. La verdad es que la crónica es muy simple: "Subimos, subimos, subimos...”no preguntes es p’arriba”....y seguimos subiendo para bajar después a toda leche." Pero como lo importante no son los hechos sino como se cuentan, diré que allá en la más alta cima se encontraba nuestro primer objetivo, el Pla de la calma.
Bueno de hecho no lo divisábamos, pero los repetidores de curso, abusones dígase de paso, nos insistían en que así era. Pasado un corto periodo de tiempo llegamos a una casa muy chula que por lo que dicen los sabios maestros JEDI, perteneció al generalísimo. De este descansillo sólo destacar una caída, sin consecuencias, del invitado Ricart y la incorporación al grupo del Presi YODA, el cual había decidido ampliar la salida situando su inicio/llegada particular en la Galaxia La Roca (Su lugar de residencia). Momento que aprovechamos para echar las primeras fotos.
Una vez reiniciada la marcha, el ascenso fue tranquilo a excepción de un pequeño apretón por parte del tete Hans y el presi YODA al que en Ricart y el que escribe estás líneas, alias LUKE caminante del cielo, seguimos con la lengua fuera. Jordi Chewbacca, más inteligente que los JEDI presentes, conservo energías para el resto de la jornada. Posteriormente el Presi me incitó a romper el pelotón y realizar una pequeña escapada que finalizó en nuestro primer objetivo. El resto del pelotón, más cuerdo y sensato, mantuvo un ritmo lógico y culminó satisfactoriamente la llegada al Plà de la Calma. Adjunto una “afotillo” del mua, para no aburrir con tanto texto.
Seguidamente, y después del merecido descanso, emprendimos viaje hacia nuestro destino, allá en la más alta cima. Ciertamente lo más duro ya había pasado y el último repechón apenas inquietó al grupo. Una vez allí y con una sonrisa de oreja a oreja, todos nuestros recuerdos se dirigieron al maestro Que-no-vi. Unos eran positivos: “¿Porqué no habrá venido…? Sólo falta él…Qué pena…con lo bien que se lo habría pasado…” Y otros fueron un poco menos nostálgicos: “¿Votos a favor de despedirle del grupo??....Hostia, Hostia….a la puta calle!!!”. Recuerdos a parte, aquí dejo unas fotos del memorable logro.
Del descenso sólo me quedaría comentar que más que un descenso se trataba de un: “Tonto el último” puesto que a pesar de la gran dificultad del terreno, con algún que otro menhir adornando el camino, era difícil seguir la estela de polvo que levantaba a su paso el gran Jordi Chewbacca. PABERSEMATAO!!!! Según cifras oficiales en apenas 31’ consiguieron descender la montañita el Presi YODA, el Tete Hans y por supuesto él!!
Ahí queda eso….ya os dije que más valía no hacerle enfadar…. O no lo dije? Je je.
Finalmente poco después de las 11h concluyó nuestra gran aventura con 25 intensos kms recorridos. Ah sí, por último sólo comentar que llegué el último PORQUE PINCHE!!!!!
Un abrazo a todos y a los Que-No-Vi (Familia del gran maestro). Un placer haber compartido una experiencia así con todos vosotros. Espero y deseo que no sea la última.

martes, 21 de julio de 2009

La Roca - Castell de Burriac

Pues después de demasiado tiempo sin coincidir en una salida conjunta, hoy por fin nos hemos remangado y nos hemos puesto manos a la obra para hacer una "salidita" todos juntos, bueno, todos, todos, tampoco. Óscar no nos ha acompañado esta vez. Esperemos que para la próxima se anime, aunque después de leer este relato, igual se dedica al aeromodelismo.
Hemos quedado en La Roca del Vallés Tico, Alfon, Jordi, Julio y quien escribe esto Santi.
La salida ya amenazaba ruina antes de iniciarse, pues de las diversas opciones para llegar al Castell que había propuesto el Presidente, no recuerdo qué lumbreras escogió hacer la más dura de todas. Los demás como somos demasiado buenas personas, sin quejarnos ni nada, venga palante... y luego nos pasa lo que nos pasa...
Así nos dirigimos hasta la Torre del Moro en Llinars donde todavía sonrientes nos hacemos esta fotillo.

De izquierda a derecha Jordi, Alfon, Tico, Julio y Santi.

Desde allí tomamos la abajada donde disfrutamos como enanos bajando hasta Dosrius, donde tras dar un par de vueltecillas y preguntar a un aborigen rellenamos los bidones, nos comemos alguna que otra barrita y buscamos la entrada a la riera que nos debía de llevar hasta Argentona.

¡¡Bidones en ristre en busca de la fuente!!

Ya en la riera hacia Argentona, me compro una parcelita demostrándole a Julio cómo hay que caer con estilo... Menos mal que el suelo de arena estaba blandito y no hubo daños...

Finalmente llegamos hasta Argentona y tras un par de intentos fallidos y de volver a preguntar a unos nativos, encontramos la pista que nos debía de llevar hasta el Castell de Burriac.

Tico ya nos había advertido de que era una subida "durilla", lo que traducido al lenguaje de los mortales significa que es un subidón del 15.

Como efectivamente ya había intuido nos encontramos con una pista que sube vertical en dirección hacia el Castell con casi ningún descanso y donde los sherpas Tico y Alfon demuestran que están hechos para esto de la BTT. El resto de la tropa hacemos lo que podemos, con Jordi en una honrosa tercera posición y con Julio acompañándome, sufriendo y maldiciendo en arameo en la cola del grupo.

Tras un par de descansillos/reagrupamientos, llegamos hasta el desvío que conduce directamente al Castell.

¡¡Por fin hemos llegado!!

Sonríe, sonríe, que parezca que nos lo pasamos bien...

El sudor de la camiseta de Julio demuestra lo sufrido hasta el momento.

Atención a la cara de orgullo del Presidente para con la tropa.

Una vez abandonado el Castell, hay que subir hasta la carena de la montaña y encarar la vertiente del Vallès para dirigirnos nuevamente hasta La Roca, donde estaban los coches. Yo de buena gana me hubiera vuelto a casa por el Paseo Marítimo del Maresme, pues ya conozco el camino que nos falta por recorrer, ya que es el que yo utilizo para llegar hasta el Castell pero a la inversa y después de las energías consumidas hasta el momento, se que lo voy a pasar mal... bueno... muy mal y así fue.

Tremendos rampotes que me hacen echar fuera lo poco que me queda y como "mal de muchos consuelo de tontos", me conformo con ver que alguno más del grupo también se deja la piel para llegar hasta arriba.

Tras la masacre se suponía que ahora tocaba bajar y disfrutar. La verdad es que las pistas de bajada que conoce Tico son para tirar cohetes, bueno las de subida también, pero creo que ya estoy demasiado cansado para disfrutarlas al 100 % y un par de sustillos me recuerdan que debo estar bien atento a las trazadas, pues esta bici no perdona tanto los errores como la Trek que tenía antes.

¡¡Por fin!! machacados, echos caldo, triturados, petados... llegamos a La Roca donde el Presi, víctima de remordimientos de conciencia por la paliza que nos acababa de dar, nos invita a unos "Isostar" como demuestra la prueba gráfica.

Estos son los dos que sobrevivieron a la salida.

Tras el refrigerio nos despedimos pues a partir de aquí cadacual hace las vacaciones por su cuenta y ya será difícil volver a coincidir para hacer bici, por lo menos todos juntos.

Una vez en casa y tras analizar el track del GPS con el IBPINDEX me ha dado un resultado de 150, lo que es una bestialidad y que da muestra de lo dura que puede ser una salida de sólo 42 kms.

martes, 3 de marzo de 2009

Collserola 25/02/2009

Escasísima capacidad de convocatoria cuando el territorio para nuestras andaduras es Collserola, pues sólo Alfon y yo, Santi, nos hemos reunido.
Para huir del "efecto hamster", de estar siempre dando vueltas al mismo sitio, hoy hemos planeado una vueltecilla un poco diferente pasando por sitios que hace tiempo que no transitamos.
Además la hora de convocatoria ha sido adelantada un poco para aprovechar mejor que ahora amanece un poco más temprano.
El día está bastante fresquito y con bastante viento, pero ya se nota que el invierno quiere dejar paso a la primavera... en unas semanitas...
Así hemos subido por pista hacia el Forat del Vent donde hemos perpetrado esta afoto, justa antes de que la cámara se cayera al suelo por la fuerza del viento. Afortunadamente sin daños materiales...
Clásica foto en el Forat del Vent
Seguimos subiendo hacia el Matamachos y por carretera hacia el Portell de Valldaura donde el viento en contra no ayuda demasiado a subir "nuestras eses".
De allí a la Font Groga por el camino más empinado: ya se sabe... "no preguntes, es p'arriba".
Tras cruzar la carretera, cogemos un corriolet que Alfon sube como un campeón mientras yo dejo constancia en este pedazo de vídeo para la posteridad.
Tras la subida seguimos por la falda de la montaña más cercana a la Torre de Collserola por un caminito bien chulo que, extrañamente, no tiene ni un árbol caido.
De allí volvemos a atravesar la carretera y por la urbanización Sol y Aire nos dirigimos hacia Can Borrell.
En lugar de ir directamente a Can Coll como hacemos siempre, hoy tiramos hacia el Pí d'en Xandri que ha resistido perfectamente los vendavales de estas semanas pasadas, y buscamos un corriol que hasta ahora habíamos hecho siempre en sentido contrario y que, a pesar de algún árbol caído que saltamos como podemos, nos hace disfrutar un montón.
Tras el sendero, donde rompo mi bolsa de herramientas del sillín y que no pierdo de milagro, nos dirigimos finalmente hacia Can Coll, por una pista que tiene unos rampotes que a estas alturas de la mañana se me atragantan un poco. Menos mal que rápidamente llegamos a Can Coll y un café con leche me devuelve al mundo de los semivivos.
Vuelta hacia la salida por sendero y pista dando por finalizada una mañana de lo más interesante y divertida, visitando pistas y senderos que hacía mucho tiempo que no recorríamos.

lunes, 2 de marzo de 2009

Sant Miquel del Fai 15/02/2009

Con bastante retraso, voy a dejar constancia de una de las últimas salidas de los Rigid Chavalains por esos caminos de Dios.
Siguiendo con la campaña "conoce Cataluña y sus rampotes", esta vez por los aledaños de Sant Miquel del Fai, Cingles de Bertí, etc, quedamos bien tempranito a las 9:00 en el aparcamiento de Sant Miquel del Fai. A pesar del buen tiempo de estos últimos días, la temperatura vuelve a ser gélida. Cero grados... ni frío ni calor... :-(
Esta ocasión nos reunimos Alfon, Ricard, Tico y quien escribe esto (Santi) y tras los saludos de rigor empezamos la primera subidita del día por pista asfaltada, para ir entrando en calor.
La mañana es fría de narices pero con pinta de que la temperatura será agradable, en cuanto el sol suba un poco en el horizonte.
Más bien callados seguimos subiendo y empiezan las primeras vistas panorámicas. Una constante de la salida.
El paisaje es fabuloso, aunque la verdad es que no me da mucho tiempo de verlo pues estos tres másquinas me llevan con la lengua fuera...
Seguimos subiendo ya por pista y nos acercamos al primer precipicio de la jornada, con unas vistas inmejorables del Turó de l'Home bien nevadito. Aisch.... que recuerdos...
Los "protas" con el Turó al fondo
¡¡Menudo salto!!
Durante bastante parte del recorrido transitamos por pistas y senderos marcados con las señales de la Matagalls-Montserrat, que Ricard había recorrido aunque de noche. Es de admirar el machaque físico y mental de esa prueba.
El terreno estaba algo enfangado a tramos y con algunos charcos bastante helados, recuerdo de la madrugrada bajo cero.
En una bajada rápida por pista en mal estado, Alfon, que va el primero y a toda castaña, revienta las dos ruedas a la vez al golpear un pedrusco. Ni que decir tiene el cachondeo del resto del grupo y la falta de solidaridad para con el ciclista averiado.
Gracias por ayudar...
Menos mal que soy previsor y, a pesar de llevar ruedas tubeless, siempre llevo cámara de repuesto y parches, pues el resto del grupo más bien van a salto de mata.
Uno trabajando y el resto mirando
Tras un buen parón para la reparación, seguimos la marcha, con la hora ya bastante encima... como siempre, vamos...
Al llegar a una carretera que hay que atravesar, Alfon y yo decidimos ir directamente por carretera hacia los coches, pues la vuelta ya ha satisfecho nuestro espíritu (vamos, ¡¡que estoy reventado!!).

Ni la advertencia de Tico de que íbamos a perdernos la parte más espectacular del recorrido, pudo convencernos para seguir con el recorrido.

Tras dejar a Tico y Ricard que continúen el camino, llegamos a los coches deshaciendo parte de lo subido al principio de la jornada. La advertencia de Tico de que nos íbamos a perder la parte más espectacular del recorrido no pudo convencernos para continuar.
Ya por la tarde Tico envía un correo explicando las peripecias del resto de la salida, con extravíos incluidos y sin querer confesar la hora de regreso a casa.
Una bonita salida, con preciosos paisajes y magnífica compañía aunque un poco alta de nivel para cómo está un servidor.