Con bastante retraso, voy a dejar constancia de una de las últimas salidas de los Rigid Chavalains por esos caminos de Dios.
Siguiendo con la campaña "conoce Cataluña y sus rampotes", esta vez por los aledaños de Sant Miquel del Fai, Cingles de Bertí, etc, quedamos bien tempranito a las 9:00 en el aparcamiento de Sant Miquel del Fai. A pesar del buen tiempo de estos últimos días, la temperatura vuelve a ser gélida. Cero grados... ni frío ni calor... :-(
Esta ocasión nos reunimos Alfon, Ricard, Tico y quien escribe esto (Santi) y tras los saludos de rigor empezamos la primera subidita del día por pista asfaltada, para ir entrando en calor.
La mañana es fría de narices pero con pinta de que la temperatura será agradable, en cuanto el sol suba un poco en el horizonte.
Más bien callados seguimos subiendo y empiezan las primeras vistas panorámicas. Una constante de la salida.
El paisaje es fabuloso, aunque la verdad es que no me da mucho tiempo de verlo pues estos tres másquinas me llevan con la lengua fuera...
Seguimos subiendo ya por pista y nos acercamos al primer precipicio de la jornada, con unas vistas inmejorables del Turó de l'Home bien nevadito. Aisch.... que recuerdos...
Los "protas" con el Turó al fondo
¡¡Menudo salto!!
Durante bastante parte del recorrido transitamos por pistas y senderos marcados con las señales de la Matagalls-Montserrat, que Ricard había recorrido aunque de noche. Es de admirar el machaque físico y mental de esa prueba.
El terreno estaba algo enfangado a tramos y con algunos charcos bastante helados, recuerdo de la madrugrada bajo cero.
En una bajada rápida por pista en mal estado, Alfon, que va el primero y a toda castaña, revienta las dos ruedas a la vez al golpear un pedrusco. Ni que decir tiene el cachondeo del resto del grupo y la falta de solidaridad para con el ciclista averiado.
Gracias por ayudar...
Menos mal que soy previsor y, a pesar de llevar ruedas tubeless, siempre llevo cámara de repuesto y parches, pues el resto del grupo más bien van a salto de mata.
Uno trabajando y el resto mirando
Tras un buen parón para la reparación, seguimos la marcha, con la hora ya bastante encima... como siempre, vamos...
Al llegar a una carretera que hay que atravesar, Alfon y yo decidimos ir directamente por carretera hacia los coches, pues la vuelta ya ha satisfecho nuestro espíritu (vamos, ¡¡que estoy reventado!!).
Ni la advertencia de Tico de que íbamos a perdernos la parte más espectacular del recorrido, pudo convencernos para seguir con el recorrido.
Tras dejar a Tico y Ricard que continúen el camino, llegamos a los coches deshaciendo parte de lo subido al principio de la jornada. La advertencia de Tico de que nos íbamos a perder la parte más espectacular del recorrido no pudo convencernos para continuar.
Ya por la tarde Tico envía un correo explicando las peripecias del resto de la salida, con extravíos incluidos y sin querer confesar la hora de regreso a casa.
Una bonita salida, con preciosos paisajes y magnífica compañía aunque un poco alta de nivel para cómo está un servidor.
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