Escasísima capacidad de convocatoria cuando el territorio para nuestras andaduras es Collserola, pues sólo Alfon y yo, Santi, nos hemos reunido.
Para huir del "efecto hamster", de estar siempre dando vueltas al mismo sitio, hoy hemos planeado una vueltecilla un poco diferente pasando por sitios que hace tiempo que no transitamos.
Además la hora de convocatoria ha sido adelantada un poco para aprovechar mejor que ahora amanece un poco más temprano.
El día está bastante fresquito y con bastante viento, pero ya se nota que el invierno quiere dejar paso a la primavera... en unas semanitas...
Así hemos subido por pista hacia el Forat del Vent donde hemos perpetrado esta afoto, justa antes de que la cámara se cayera al suelo por la fuerza del viento. Afortunadamente sin daños materiales...
Clásica foto en el Forat del Vent
Seguimos subiendo hacia el Matamachos y por carretera hacia el Portell de Valldaura donde el viento en contra no ayuda demasiado a subir "nuestras eses".
De allí a la Font Groga por el camino más empinado: ya se sabe... "no preguntes, es p'arriba".
Tras cruzar la carretera, cogemos un corriolet que Alfon sube como un campeón mientras yo dejo constancia en este pedazo de vídeo para la posteridad.
Tras la subida seguimos por la falda de la montaña más cercana a la Torre de Collserola por un caminito bien chulo que, extrañamente, no tiene ni un árbol caido.
De allí volvemos a atravesar la carretera y por la urbanización Sol y Aire nos dirigimos hacia Can Borrell.
En lugar de ir directamente a Can Coll como hacemos siempre, hoy tiramos hacia el Pí d'en Xandri que ha resistido perfectamente los vendavales de estas semanas pasadas, y buscamos un corriol que hasta ahora habíamos hecho siempre en sentido contrario y que, a pesar de algún árbol caído que saltamos como podemos, nos hace disfrutar un montón.
Tras el sendero, donde rompo mi bolsa de herramientas del sillín y que no pierdo de milagro, nos dirigimos finalmente hacia Can Coll, por una pista que tiene unos rampotes que a estas alturas de la mañana se me atragantan un poco. Menos mal que rápidamente llegamos a Can Coll y un café con leche me devuelve al mundo de los semivivos.
Vuelta hacia la salida por sendero y pista dando por finalizada una mañana de lo más interesante y divertida, visitando pistas y senderos que hacía mucho tiempo que no recorríamos.